Las tres primeras letras de su nombre bastan para identificarla de manera tan precisa que permiten ahorrarse el enunciado de las 12 que componen su largo apellido. En efecto, basta con decir “Isa” para saber que se está hablando de Isabel Fontanarrosa, uno de las jugadoras más emblemáticas en la historia de su club, Cardenales, y del rugby tucumano en general. Y si algo le faltaba al currículum de una de las jugadoras con mayor cantidad de presencias y de tries en el seleccionado argentino era una experiencia en el rugby europeo. Más historia: la wing será la primera tucumana en jugar en el rugby del Hemisferio Norte, más precisamente en la Elite 1, la máxima división del rugby femenino de Francia.
Ya desde hace varios días que las montañas que Isa ve al despertarse no son de los Valles Calchaquíes sino la cordillera de los Pirineos. Su nuevo hogar es Pau, una pintoresca comuna del sur francés, ubicada cerca de la frontera con España. El club de esa ciudad está asociado a Lons Rugby Féminin Béarn Pyrénées -llamado simplemente Lons-, equipo cuyos colores defenderá “Isa” a lo largo de la temporada en curso. “Acá hay clubes que sólo tienen equipos masculinos, y como al parecer se les está exigiendo que tengan también rugby femenino, en lugar de formar un equipo de chicas directamente se asocian con uno ya formado”, explica la velocista “purpurada”, quien ya venía meditando la posibilidad de emigrar desde hacía tiempo. “Me fui porque sentí que era el momento de hacerlo, de probar algo diferente. Además no venía teniendo mucha actividad: desde que volví de mi lesión de rodilla, hace cuatro meses, sólo jugué cuatro fines de semana. Y como tenía una amiga francesa que había jugado un tiempo en Buenos Aires, y otras de Mendoza y de Paraguay que estaban jugando en Francia, se me ocurrió tirar un par de líneas. Y bueno, hace un tiempo llegué a un acuerdo con Lons. En principio estaré un año, que es lo que me permite la visa. Si bien no habrá un contrato con el club, porque el rugby femenino aquí aún no es profesional, sí lo habrá con un instituto de formación deportiva en el que voy a trabajar”, detalla la tucumana, dispuesta a darlo todo. Como siempre.
Nuevos objetivos
La correcaminos asegura que nunca le tuvo miedo al cambio de vida. “Soy versátil en ese sentido, siempre fui un poco desarraigada”, se describe la nacida en Tucumán, pero criada en Santa María (Catamarca). Claro que no por eso es fácil dejar atrás algunas cosas, como su sobrina, sus mascotas y sus compañeras de Cardenales. “Con ellas ya hay códigos y complicidades desarrolladas a lo largo de muchos años. Acá debo empezar de cero”, explica “Isa”, que forma parte del rugby tucumano desde hace una década.
“Cuando empecé había 150 jugadoras en todo el país. Hoy son miles. Y ya hay un Seven de la República, un seleccionado argentino juvenil, seleccionados provinciales... Antes todo eso era impensado. Quizás más adelante algunas chicas se animen a soñar con jugar en un club europeo también”, avizora “Isa”, quien a sus 30 años busca seguir creciendo como jugadora y sueña con volver a vestir la camiseta de Las Pumas.
“Esto puede ser una gran inversión para mi juego. Con el seleccionado aún son esporádicas las competencias de alto nivel, mientras que acá voy a tener ese roce todos los fines de semana y en rugby de 15. Busco un crecimiento deportivo, pero también personal. Vivir la experiencia, aprender el idioma, trabajar. Si después puedo aplicar todo eso cuando vuelva a Argentina, bienvenido sea”.